Después de haber aprendido muchas cosas sobre el Museo Guggenheim, tanto del edificio como de las obras y de sus autores, por fin hemos podido verlo con nuestros propios ojos.
- ¡Qué alegría contemplar la elegancia de Puppy todo "vestido" de blanco y de verde!
- ¡Qué sorpresa descubrir el gran tamaño de las esferas que forman El gran árbol y el ojo!
- ¡Qué descubrimiento de sensaciones mientras estábamos dentro de la tejedora y protectora Mamá!
- ¡Qué bonito contemplar los colores de los enormes Tulipanes!
Ha sido tan maravilloso que, para no olvidarlo, puedes entrar siempre que quieras en el museo y disfrutarlo como ese día.
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